La barriga cervecera: ¿mito o realidad?
Los amantes de la cerveza alrededor del mundo parecieran tener algo en común: una barriga o panza cervecera. Años de tomar cerveza pueden transformar lo que en algún momento fue un abdomen bien trabajado en un estómago que sobresale del pantalón. Pero, ¿realmente la cerveza es la causa de esa barriga?
Técnicamente, la cerveza por sí misma no es la culpable, sino las calorías. Una lata común de cerveza (350ml) tiene unas 150 kcal. Si tomamos en cuenta que, en una noche de fiesta, alguien no se va a tomar una cerveza sino unas cuantas, ahí ya son bastantes calorías consumidas en un solo momento. No solo eso, sino que también generalmente uno toma cerveza en situaciones sociales donde también existen otros alimentos ricos en calorías, como cacahuates o pizza, por lo que las de por sí ya suficientes calorías de la cerveza se vuelven demasiadas si sumamos las de estas comidas.
Como se explica en ¿Qué engorda?, estrictamente hablando, el único estándar para determinar si engordamos o quemamos grasa es el hecho de si sobrepasamos o no nuestra necesidad calórica diaria. Por lo tanto, si los requerimientos calóricos promedio de una persona son 2,000 kcal al día, y en una noche de fiesta consume 1,500 kcal, existe un riesgo muy elevado de que todas esas calorías adicionales se almacenen en forma de grasa.
Un segundo factor que propicia la aparición de una panza cervecera es la edad y el género. Después de los 35 años el metabolismo de hombres y mujeres tiende a disminuir, por lo que quemar calorías se vuelve más complicado. Los hombres tienden a almacenar esa grasa adicional alrededor de la cintura, generando la característica panza. Las mujeres, por su parte, tienden a hacerlo en la cadera, los muslos y los glúteos, y por eso es más raro ver a una barrigona.
Fuentes:
BBC (2013). What causes a beer belly?.
El Universal (2011). La barriga cervecera es un mito: estudio.
Kathleen M. Zelman (2010). The Truth About Beer and Your Belly.