¿Qué es la leche pasteurizada?
La leche pasteurizada es la leche que ha sido sometida a la pasteurización. Este proceso es el método con el que se eliminan microoroganismos dañinos a través de la acción del calor. Pero, al mismo tiempo, también se alteran o pierden vitaminas, minerales, proteínas y enzimas.
Durante siglos los seres humanos tomaron leche cruda. Aunque la pasteurización se inventó en los años 1860, ésta no se generalizó sino hasta los años 1920 y 1930. En esos años, los efectos de la industrialización y el crecimiento demográfico hicieron necesario mantener los alimentos vigentes para que pudieran ser trasladados por distancias cada vez más largas. Compañera de la pasteurización, la homogeneización básicamente fuerza la leche a grandes velocidades a través de filtros diminutos. Éstos rompen las partículas de grasa de la misma y evita que se aglomeren (formando la “crema” en su superficie), otorgándole un aspecto ligero y uniforme.
Las siguientes imágenes, publicadas en el estudio Microphotography of Raw and Processed Milk, comparan la riqueza nutritiva de tres tipos de leche: cruda, pasteurizada, y pasteurizada y homogeneizada. Sin entrar a detalles, fácilmente puede deducirse cuál de estas leches es verdaderamente rica en nutrientes.
Como puede suponerse, la leche proviene de granjas o ranchos. A pesar de que una vaca solo lacta alrededor de 6 meses después del parto, con el uso de hormonas se pueden mantener produciendo leche hasta 300 días al año. Alimentadas con una dieta ajena a ellas, basada en granos en vez de pastizales, confinadas en un lugar oscuro y hacinadas con otros animales y sus suciedades, lógicamente la pasteurización iba a convertirse en una práctica obligatoria por ley. Una práctica necesaria para limpiar todo lo dañino que, de entrada, es el proceso de producción. Para muestra, un video. Se solicita discreción al espectador: las imágenes son fuertes.
Al margen de la crueldad con la que puedan tratar a los animales en el afán por obtener ganancias cada vez mayores, estudios que datan desde los mismos años cuando se generalizó la pasteurización dan evidencia de cómo la leche pasteurizada es nutricionalmente inferior, precisamente porque el calor de la pasteurización destruye muchos de sus nutrientes. El calcio pierde su disponibilidad hasta en 50% (en parte porque para ser aprovechado debe estar en equilibrio con otros nutrientes, como magnesio, fósoforo, vitamina K2 y vitamina D, eliminados en este proceso); la vitamina A, complejo B, y la antioxidante vitamina C son destruidas.
Más recientemente, un estudio de la Universidad de Harvard demuestra que la leche pasteurizada está relacionada con cánceres dependientes de hormonas. La alimentación convencional que se le da a las vacas las hace producir una leche con niveles peligrosamente altos de sulfato de estroncio, un compuesto del estrógeno relacionado a cáncer de testículos, próstata y mama. Por eso, de hecho, Harvard sostiene que una alimentación saludable no contiene lácteos.
La doctora Ganmaa Davaasambuu y su equipo señalan como responsable específicamente a la leche proveniente de las granjas modernas convencionales. Evaluando datos de todo el mundo, los autores del estudio encontraron una relación clara entre el consumo de esta leche alta en hormonas y altas tasas de cánceres dependiente en hormonas. Es decir, contrario a lo que nos han podido decir por años, la leche de granjas convencionales, procesada e industrializada, lejos de ser un producto nutritivo y saludable, es un uno implicado directamente en la aparición de cáncer.
Fuentes:
Harvard University Gazette. Hormones in milk can be dangerous.
Herbert M. Shelton (1975). The Hygienic System: Orthotrophy.
Mercola (2003). More Reasons Why You Don’t Want to Drink Pasteurized Milk.
Weston A. Prince Foundation (2012). Microphotography of Raw and Processed Milk - Investigación publicada.